La escasez de microchips no es algo nuevo en España. Empresas de todo tipo se han visto afectadas, desde fábricas de coches, de ordenadores, hasta empresas de monitores profesionales, etc.
Aunque no los veamos, muchos productos de nuestro día a día llevan en su interior microchips. Si las fábricas tienen escasez de ese bien tan preciado, la producción se para afectando a todos los países del mundo.
Son circuitos diminutos de material semiconductor que almacenan y procesan información. Son imprescindible para todos los productos electrónicos.
No podemos decir que haya una única causa. Existen multitud de factores que han contribuido a esta escasez de microchips.
La situación y el teletrabajo impulso la venta de ordenadores y otros productos electrónicos. Sumado al cierre de fábricas por el covid en los países asiáticos ha provocado que la producción no vaya tan bien como debería.
Corea del Sur y Taiwán acaparan la fabricación de chips. La monopolización de un componente es un riesgo para muchos países, de ahí que Estados Unidos o China se hayan planteado construir fábricas de microchips. Pero no es algo tan sencillo, ya que abrir una fábrica de este tipo requiere cuatro años aproximadamente. En el post La proliferación de las fábricas de chips te contamos un poco más de ese auge.
Los envíos internacionales se han ralentizado. Al encarecimiento del coste del transporte de los contenedores en barco hay que sumarle el atasco producido por los barcos que llevan mercancía. Todo afecta al tiempo que los suministros llegan a Europa.
Uno de los sectores mas afectados por la crisis de microchips, aparte del automovilístico, es la electrónica. Si miramos a nuestro alrededor multitud de dispositivos utilizan componentes electrónicos con microchips.
Pese a todo, las empresas van recuperándose y poco a poco llegan nuevos materiales para poder fabricar todos los elementos electrónicos que demanda la sociedad.