Son varios los medios que esta semana se hacen eco de noticias relacionadas con el esfuerzo que están realizando las comunidades autónomas en la implantación de la fibra óptica a lo largo de nuestro país. Sin duda todo un reto para las telecomunicaciones en España.
Ejemplo de ello es el Gobierno de Castilla La Mancha, quien considera imprescindible el despliegue de las telecomunicaciones para afrontar el reto demográfico, donde la cobertura 4G así como de fibra óptica se están desarrollando a un ritmo muy superior a la media nacional desde 2015. Concretamente al 137 por ciento y 390 por ciento, respectivamente y sin perder el foco de la llegada del 5G.
Pero este asunto no es solo de interés gubernamental o administrativo, pues aunque ya estemos bien entrados en el siglo de las tecnologías, aún existe la imperiosa necesidad de muchas empresas por tener un buen cableado. Necesidad que repercute en la actividad diaria, la seguridad de los datos y su relación con los clientes.
Estos datos se retroalimentan gracias a las premisas que lanza el estudio de la consultora Dell’Orodonde se recogen datos tan esperanzadores como: