¿Tu marca está lo suficientemente protegida ante una ciberataque? ¿Y tus datos? o ¿los datos que gestionas de tus clientes? En una era tan cambiante y tecnológica como en la que vivimos, estar respaldados y seguros es necesario. Las estafas, timos, robos… también han evolucionado y puedes ser víctima de diversos crímenes. Y ya sabes, más vale prevenir que curar.
Como decíamos, la transformación digital que vivimos es imparable y con ella aquellas cuestiones que incomodan, se tornan cada vez más precisas y complejas. Por ello, la ciberseguridad es todo un reto para las empresas.
Uno de los últimos análisis de Techno Security para el CNI desvela que en nuestro país se registraron más de 25.000 ciberataques en los últimos años, casi unos 70 al día. Se espera que para 2020 la hiperconexión que ya vivimos se multiplique dados los más de 50 millones de dispositivos que habrá activos. Y junto a la proliferación del IOT (Internet de las Cosas), los resquicios por donde nos pueden atacar aumentarán.
De hecho, avanzamos hacia un mercado donde ya existen los hackers profesionalizados, todo un modelo negocio sostenible dada la posibilidad de contratación bien para usar en beneficio propio o bien para contrarrestar a la competencia. Este daño a la marca no solo influye en el aspecto económico sino que además merma el día a día del trabajo y lo más importante, empeora su imagen.
Todas estas premisas apuntan hacia una necesaria confianza de las marcas en las empresas especializadas en combatir los cibercrímenes y otorgar esa seguridad para el desarrollo de la marca en la red.
Hoy en día es impensable tener presencia en la red sin un plan de “defensa y ataque” ante estos cibercrímenes. ¿No crees?